Jesús, casualmente es hijo
de María. Piensa que está predestinado para grandes cosas pero aún no sabe que
es.Ya va a cumplir los 18 años
de edad y cree que sus pensamientos y sus recuerdos se les perderán hasta
cumplir los 30.
No sabe aún quien es su padre, se lo ha preguntado a su mamá
pero ella no le dice o no sabe que decirle pues ha tenido varias parejas. Por
lo tanto Jesús se hace a la idea que José, que es con quien vive su madre
actualmente es su padre pero tiene sus dudas.
Ellos viven en un barrio
pobre, Jesús nació en su mismo rancho a las afueras de la ciudad y es el mayor de sus hermanos. Ha
escuchado a algunos vecinos decir que cuando él nació solo acompañaba a su
parturienta madre un perro y un gato y que
horas antes del parto se había ido la poca luz eléctrica que llega al
sector y regresó justo en el momento de su nacimiento.
Jesús tiene pocos amigos
pero muchos pensamientos y se ha dedicado a escribirlos desde hace poco para no
olvidarlos, según él, y recordarlos cuando le regrese la memoria a los 30 años
de edad y sepa ya cuál será su destino sin olvidarse de su pasado.
Jesús ha deambulado por el
barrio de un lado a otro, el que conoce bien por que desde niño a acompañado a
José para reparar y vender los objetos que hace con la madera que se consigue
en los basureros. No es carpintero pero tiene cierta virtud con las manos para
estos menesteres.
Jesús se sienta en un muro
cerca de su casa para recordar las veces que se ha topado en diferente lugares,
que son muchos, con gente un poco extraña. Trata de recordar con poca lucidez
lo que le han dicho. Una de esas cosas es que un señor le dijo que era un niño
muy especial y que de él va a depender los cambios por venir, otro le dijo que
un día lo recordaran por las cosas que hará en el futuro y un tercero lo tomó de la mano para enseñarle que la vida es lo que uno quiere que sea.
Una mañana su madre María se
levanta temprano para despertar a Jesús y ser la primera en felicitarlo por su
cumpleaños número 18 y para que le haga
un favor en el mercado. Entra en el cuarto donde duerme con sus otros hermanos
pero no lo ve, despierta y pregunta por Jesús, al hijo que tiene más cerca en
la habitación y este le dice que estaba anoche en la sala sentado y pensativo
como siempre. María sale a preguntar a los vecinos si no han visto salir a
Jesús la mañana de hoy a lo que estos le responden que no lo han visto. María
levanta a unos de sus niños para que busque a José al basurero a ver si Jesús
está con él, pero regresa con José un poco preocupado y sin Jesús.
Ya han pasado varios días y
nadie sabe nada de Jesús, la policía ya tiene los datos de la denuncia de su
desaparición pero no tiene pista alguna. María aún sigue preguntando por él con el dolor y la angustia
marcado en el rostro a todas partes que va, los hospitales no han reportado ni
siquiera a alguien parecido a él pero María aunque triste no pierde las
esperanzas de recobrarlo con vida.
Ya la gente comienza a decir que fue el
hampa que lo secuestró, que quizás ya fue ajusticiado, por la policía o algún
delincuente drogado que lo confundió con un enemigo, pero todos saben que él no
tenía problemas con nadie. Uno de sus pocos amigos, que
sabía las inquietudes de Jesús y les dijo que el vendrá en su cumpleaños 30 y
vendrá hecho hombre
María no quiere resignarse a
perderlo pues es su primogénito. Nadie sabe qué ha pasado con él a semanas de
su desaparición, ahora ya están diciendo para alentar a María en medio de su
sufrimiento que “Jesús viene pronto” y debemos estar preparados para recibirlo.
Henry Martínez.-
Hay un Jesús en todas partes, sintiendo las mismas penas y alegrías que todos nosotros. Disfruté de esta lectura, amigo mio.
ResponderBorrarGracias amigo mio, me alegra que te gustara la lectura eso me indica que debo estar mejorando jejejeje
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