sábado, 8 de octubre de 2016

NADA MÁS (Tercera Parte)

La cocina está solo a unos pasos al salir del baño, camina y al entrar apoya una de sus manos en el mostrador suavemente, mira alrededor para ver que puede cocinar sin que se le estime mucho tiempo… ni mucho esfuerzo. Procura ideal una comida sana y rápida pero sobre todo que le alivié las penas de la vida.

Su agotado sentido la invita a tomarse un té de lo que sea, le gustaría tener una compañía a su lado para compartirlo y conversar amenamente pero a estas alturas la soledad le conviene más para mirarla frente a frente sin temor.

El en primer sorbo de té, aun algo caliente le sabe a gloria, siente como el líquido llega a su estómago y calma de a poco sus ansias convertidas en estrés. Posa con calma la tasa en el mostrador para pensar cómo será su vida de ahora en adelante y a qué, aparte de a ella misma, deberá enfrentarse para salir del abismo en que fue llevada su existencia con la aprobación pasiva de su crianza, la aceptación inclinada hacia el amor y  la conformidad producida por el miedo infundido.

Aún sigue sin comer, con el segundo sorbo de té consigue calmar más el nerviosismo involuntario pero no así la solución a sus problemas que no sabe si terminaron o acaban de empezar.

Deja la taza a un lado parcialmente lleno, y coloca los pies descalzo en el piso frío, intenta no llorar pues decidió ser fuerte ante la adversidad. Camina hacia la ventana para que la luz del sol la llene de energías. Ya frente al ventanal, siente el calor traspasar el vidrio que evita que entre el ruido y recuerda que ese mismo vidrio… también evita que salga. Reposa su mejilla izquierda sobre sobre el vidrio de la ventana y siente como se le engatilla el estómago,  suspira profundamente para dejar salir el llanto el silencio, sin lágrimas, sin dolor.


Intenta despejar el panorama mental, alza el rostro al mismo tiempo que cierra los ojos y la luz del sol le llena de claridad su tez facial, siente una paz interna que la revitaliza. Ya no quiere recordar más, definitivamente no recordará más, pero eso para ella no debe significar olvidar.

Continuará...

Henry Martínez.-

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